miércoles, 28 de enero de 2009

XVIII. Comentario a la "season premiere" de LOST.

Hace un par de horas tuve un sueño extraño en el que Mercedes Milá preguntaba a un nutrido grupo de improvisados contertulios por los nuevos capítulos de Lost. Me desperté. Sí, estoy lo suficientemente fascinado como hacer un post de estos episodios y de los que vengan. Así pues, cumpliré uno de mis sueños como habitante de estas latitudes digitales:

¡ATENCIÓN! ¡SPOILERS DE LA QUINTA DE LOST!

Quedáis avisados. Lo que viene a continuación es un comentario escrito con el único fin de generar debate y hacer un poco más fascinante, si cabe, el universo isleño.

Podría decirse que ‘Because you left’ se embarra de ciencia ficción de los pies a la cabeza. Por un extraño motivo que desconozco, los viajes en el tiempo no resultan especialmente patéticos. Será porque el estupefacto semblante de Sawyer y la actitud de ‘estoy de vuelta de todo’ de Juliet lo hacen todo un poquito más digerible. Será que los encuentros de Locke están bastante bien pensados (habrá que volver a la primera temporada para ver si Ethan recuerda a Locke en su ‘futuro’ encuentro), a pesar de que todos los personajes con algo interesante que decir alegan no tener tiempo suficiente para dar explicaciones, como es el caso de Richard Alpert o Faraday. ‘No hay tiempo para esto’, es su frase favorita cuando se les pregunta qué coño está sucediendo entre tanto flash. Hay que ver, qué prisas se inventan los guionistas. Habrá que darles más café.

Me alegro de que la sana costumbre de empezar con una canción (aunque ésta no sea tan pegadiza como las de Mamma Cass y Petula Clark) se repita en esta asombrosa y bienvenida aparición del que, hasta ahora, tenía un nombre oriental y, de repente, se llama Marvin Candle y parece un actorzuelo con delirios de grandeza y bastante mala hostia. Buen arranque, mejor que el de la temporada anterior. Gran confirmación de uno de los secretos mejor guardados de la isla, e inesperada aparición de Faraday en todo este tinglado, aunque a partir de ahora nos podemos esperar cualquier cosa, como que Kate viaje en el espacio-tiempo y se dedique al mundo de la revista durante la transición española, algo que la haría sumar muchos puntos, desde luego. No obstante, el primer episodio intenta dar voz a toda la confusa maraña de personajes que tenemos sobre la mesa, y no por inevitable es menos extraño. Se me ocurre que a lo mejor podían haberse centrado en la isla y haber compuesto un episodio realmente alucinógeno terminando con la magnífica aparición de Desmond y Penny en el barco, allá por las costas griegas. Eso hubiese tenido tino. Sin embargo, el capítulo es casi irreprochable y contiene tanto física cuántica como acción y gore por parte de un Sayid desmadrado. Además, establece la tónica general de los episodios de la quinta temporada, estructurada en torno a flashbacks de la isla que saltan desde la actual peripecia de Ben y Jack intentando reclutar al resto de los Oceanic Six. Se veía venir, de algún modo, aunque no creo que haya que temer una pérdida de protagonismo de la isla. ‘Lost’ es una serie sobre una isla, al fin y al cabo.

Sin desmerecer la factura de la season premiere, el segundo capítulo, titulado ‘The lie’, es casi redondo, con un guión y unas interpretaciones excelentes, y se podría afirmar que es uno de los episodios más divertidos en mucho, mucho tiempo (entiendo que esto sea un comentario discutible). El humor se lo debemos, cómo no, al personaje que más atractivo me está resultando temporada tras temporada: Hurley. Éste es uno de sus mejores capítulos, en el que además nos topamos con su entorno familiar, a menudo casi tan hilarante como él. Lo que se nos dice, básicamente, queda resumido en la primera y genial secuencia (que da cuenta de lo cucos que son los creadores, omitiendo partes de hechos ya pasados para integrarlas en la trama a posteriori y actualizar, así, la situación presente de la serie): la unión hace la fuerza, tanto para la divulgación de una mentira como para la confesión de la verdad pura y dura. La mentira de los Oceanic Six cuela, no hay que recordarlo, respaldada por todos los presentes en aquel barco, pero la sola unión de Hugo con su madre, a pesar de la disparatada confesión de aquél, convierte en verdad y revalida toda la experiencia surreal vivida en la isla. ‘I don’t understand you, but I believe you’, es una de las frases más hermosas de toda la serie. Hurley se nos revela, nuevamente, como un personaje complejo, angustiado, íntegro y delirante, capaz de dar una vuelta de tuerca sorprendente a las situaciones e incluso de afrontarlas desde una perspectiva paródica y cínica a un mismo tiempo, como demuestran sus conversaciones con los muertos. Jorge García, el actor que encarna a Hugo Reyes, nunca ha recibido los parabienes de la crítica, todo lo contrario al reconocimiento que tienen en los premios anuales Naveen Andrews (Sayid), Michael Emerson (Ben) o Terry O’Quinn (Locke). No tengo muy claro a qué se debe, porque se trata (a todas luces) de un intérprete excepcional, muy dotado para los matices e increíblemente capacitado para pasar de la comedia al drama en cuestión de segundos. A ver quién es el guapo que hace eso.

Al principio, la presencia ya cansina de Bernard y Rose (a ver quién de los dos muere primero) y de un nuevo y repulsivo lostie, Neil, devalúan el interés de la trama. Menos mal que los guionistas se guardan un as de humor negro debajo de la manga con el maravilloso gag del fuego, lo que respalda la vis cómica de todo el episodio. Me encanta, especialmente, que los montadores se recreen tanto en el insoportable Neil ardiendo y chillando, como si gozasen de placer con ello. ‘The lie’ también es (intuyo) el primer capítulo de la temporada centrado en un personaje; esto es muy revelador ya que no se recurre a flashbacks / flashforwards, sino a una mera canalización de todas las tramas en la persona que toque y a un especial énfasis en su psicología. Los puntos y aparte los sigue ocupando, por tanto, la vida en la isla.

Y esta es una selección de mis escenas predilectas:

a) Sun se pasa, definitivamente, al lado oscuro. Su conversación con Kate, rebosante de maldad, es de antología. Primero la cita en una suite con vistas y luego la bombardea con sentimientos de culpa para, finalmente, dar un último aguijonazo: how is Jack? Magistral. Sigue así, Sun. Cómete a la boba de Kate. Y como Aaron no empiece a obrar milagros enseguida, cómetelo a él también.

b) Locke debe preguntar menos y hacer más. Los que nos temíamos, ya desde la temporada pasada, que nuestro aventurero/justiciero/dinamitero favorito se viese envuelto en un mar de dudas sin salida, tal y como comprobamos de nuevo en su fantástico encuentro con Richard Alpert, podemos respirar tranquilos (de momento) después de su magistral entrada ‘a lo Locke’ tras cargarse a unos cuantos hostiles a golpe de machete. James, Juliet… nice to meet you. Así te quiero ver yo. Ahora mis tres losties predilectos están juntos y revueltos. Espero que se pongan a hacer maldades enseguida.

c) Ben tiene una novia carnicera. Enigmático personaje, llamado Jill, encargado de velar por el cadáver de Locke en su cámara frigorífica. Eso da más pistas sobre el futuro de nuestro héroe y sobre uno de los verdaderos puntos clave del viaje de vuelta de los Oceanic Six: John no se puede pudrir por el camino, es necesario que resucite en buen estado. ¿Para qué? ¿Por qué, si no es así, todos los intentos de Ben y Jack habrán fracasado? ¿Por qué la carnicera parece saber tanto de todo? ¿Quién es ella y por qué parece tan acostumbrada a guardar cadáveres y a ligar con camioneras?

d) Hurley se entrega a la policía. Después de lanzarle a Ben un rollito de primavera (genial) y de estar a punto de ceder a sus tentativas cada vez menos convincentes, Hugo se lo pone más difícil todavía: alguien tendrá que sacarle del corredor de la muerte si quieren devolverlo a la isla. Y sólo quedan setenta horas. La sonrisa de Hurley mientras es esposado, equivocándose en el número de asesinatos que ha cometido, y el cabreo monumental de Ben valen por todo un episodio.

e) Miss Hawkins y el final a lo ‘Harry Potter’. No es una de mis escenas favoritas pero es sorprendente. Supongo que os acordáis de Fionnula Flanagan, la estrella invitada del primer episodio espacio-temporal de Desmond, allá por la tercera temporada. Yo debería volver a verlo, porque sólo recuerdo que la tía le da un anillo a nuestro brother, poco más. Su nueva aparición, capucha de maga incluida, es, cuanto menos, chocante. ¿Qué será lo próximo, una sesión de vudú para acabar con Widmore?

Bien. Voy a hacer unas predicciones inútiles, como despedida. El caso es que, sabiendo de antemano que habrá un parón de dos semanas entre el séptimo y el octavo episodio, y viendo que a Ben no le queda mucho tiempo, veo bastante probable que estos próximos cinco capítulos sigan centrados en los Oceanic Six y que el séptimo termine con un cliffhanger de vuelta a la isla o con la ¿resurrección? de John Locke, si es que de verdad está muerto. No sé si es demasiado precipitado, pero le auguro a ‘Lost’ bastante acción y contenido a juzgar por la que creo que es una inmejorable irrupción en la parrilla televisiva. Con que mantenga este nivel de guión y nos regale algún que otro episodio para el recuerdo, me doy por satisfecho. ¿Qué opináis, cotarreros? Un abrazo desde una selva más o menos parecida, pero sin humo negro.

Sergio. 26/01/09.

1 comentario:

Elena Garrido dijo...

Yo me perdí en el espacio-tiempo. Creo que voy a volver a ver la cuarta o al menos pegarle un repaso general a las temporadas anteriores, porque el hecho de no acordarme de cosas o personajes ha hecho que no disfrute del todo el esperado estreno. Lo que no quiere decir que no haya disfrutado, porque sació mi intriga y mis ganas de "¡Lost Lost Lost!"

Así que cuando me vuelva a centrar, si es que eso puede ser posible con la quinta que se nos avecina, entraré en debate y cotarreos.

Besotes petardo, por cierto, te estás embriagando de espiritualidad y magia, no era denso ni nada el post anterior. Sigue así y encontrarás a la "noma" que llevas en tu interior (malvada, pequeña, perversa... ¿A quién me recuerda?)
Tonterías aparte, te echamos de menos, pero ¡goza!