viernes, 9 de enero de 2009

IX. Fe de erratas / Doha rima con 'Aloha' y 'Pantoja'.


Un buen amigo que prefiere permanecer en el anonimato me ha señalado que este blog apesta a cine y que, por otra parte, se esperaba mucho más odio y violencia de él. Qué sabio eres, señor X. Es cierto que los últimos textos son bastante insufribles. En mi defensa, diré que estos últimos días también lo han sido, y han sacado esa nenaza que llevo dentro. Pero eso terminó. No dejaré de hablar de cine, pero intentaré no parecerme a Carlos Boyero. Faltaría más.

Estoy en el aeropuerto internacional de Doha, en Qatar. Desde la ventanilla del avión se veía desierto, casas como recipientes de reciclaje y un mar de color aceituna. Me apetece salir a dar una vuelta pero, visto que los cafés cuestan casi cuatro dólares americanos, no sé... Me pensaré si esos rascacielos imposibles en mitad de la nada merecen la pena. Por lo demás, huelo mal y tengo ojeras y granos. Había olvidado que dormir en un avión es prácticamente imposible incluso para mí, que puedo llegar a dormir de pie si se da el caso. Menos mal que la compañía tuvo la cortesía de ofrecerme un pase de 'Vicky Carolina Cartagena', el último estreno de Woody Allen, ese hijo adoptivo de Vetusta. Alguien debería decirle a Woody que en Asturias no se lleva mucho eso de ir a escuchar conciertos de guitarra flamenca después de cenar. Tenemos bastante más tino que todo eso. Pe está bastante divertida, pero sólo cuando habla español. Hay un momento en que le dice a la Johansson: 'niñata, niñata, niñata'. Woody, cruelmente, se ha cargado a su musa rubia.

El personal de Qatar Airlines es de traka. Ellas llevan un conjunto granate con gorro a lo Guggenheim a juego y ellos son figurines sigilosos de americana negra. La verdad es que te dan abundantes panchitos si se lo pides, que es lo que distingue principalmente a una aerolínea de otra. No veo la hora de volver a ver a estos muchachos. Mientras tanto, veremos qué ofrece este largo día de escala con cafés prohibitivos, fast food y duty free. Tengo muchísimas ganas de encontrarme con Mumbai, sobre todo después de leer las primeras impresiones de Octavio Paz en su libro 'Vislumbres de la India'. La primera impresión es importante, aunque sea en mitad de la noche y con el aspecto lamentable que me auguro. Será una buena oportunidad para que Ismael se prodigue más en este blog y lo haga de la forma sucia y tremebunda que le caracteriza. Salud.
Sergio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dado que no has dormido demasiado, doy por hecho que no has encontrado las "pastillicas" que te escondí en la maleta de abordo; y dado que estás felizmente "escalando" y no en una cárcel rodeado de sudorosos hombres, doy por hecho también, con alegría en este caso, que los perros antinarcóticos tampoco las han encontrado.
Besos y sigue contando.

Ela de Castro.