martes, 13 de enero de 2009

XII. Da comienzo 'Miss Kalashnikov'.


Después de unos pocos días en Mumbai he decidido irme al sur lo antes posible. De hecho, me voy mañana por la mañana en tren, en un compartimento bastante reducido llamado ‘sleeping car’ en el que, seguramente, seré el único extranjero y el blanco de no pocas bromas. Pero como ya lo estoy siendo aquí, no me importa.

Mumbai es de traka. Lo primero que pensé es que nunca podría vivir en un sitio así, que nadie con dos dedos de frente se metería en algo tan parecido al infierno. Afortunadamente, estas percepciones irreflexivas han ido cambiando, aunque ésta no es una ciudad en la que quiera depositar ahora mismo todas mis energías. Es un lugar demasiado exigente. Lo que más hermoso te resulta suele ir ligado a una cuestión ética de difícil salida. No me parece demasiado encomiable el disfrute de la mierda cuando no eres tú el que tienes que tragártela, aunque seguro que hay una forma de hacerlo sin sentir culpabilidad. El caso es que todavía no he podido sacar la cámara a la calle. De momento, me moriría de la vergüenza, a pesar de que muchos indios posan para ti con una botella de agua en la cabeza para que les fotografíes por unas miserables rupias. No sabría qué punto de vista escoger ni cómo mirar a mis víctimas: niñas de diez años mendigando con sus propios bebés en brazos, cadáveres tirados por el suelo, riadas literales de basura y escombro, cuervos peleándose por lo que queda de una rata aplastada… y, de entre todo eso, un árbol crece en el balcón de un edificio en ruinas que alberga al menos a treinta familias, la jungla se apodera de la mayor parte de los barrios y los niños-mono saltan de tejado en tejado y juegan obstinadamente a volar cometas que siempre se acaban enredando en el tendido eléctrico.

Por si fuera poco, Mumbai es una de las capitales del terrorismo internacional. Un ejército bigotudo custodia el ‘Taj Mahal Hotel’ y corta determinadas zonas del barrio comercial de Fort con sus kalashnikov al hombro (para mí, todas las armas son una kalashnikov). La verdad es que Piolín da mucho más miedo que ellos; casi nunca parecen estar al tanto de lo que sucede y les encanta leer la prensa rosa de Mumbai en la que aparecen escándalos como el de Danny Boyle, acusado de haber inducido al tabaquismo a multitud de niños actores durante el rodaje de ‘Slumdog millionare’. En fin. El caso es que Mumbai no parece un lugar desanimado por la catástrofe (no sólo por la terrorista, evidentemente), y ésa es una de sus particularidades. Ayer, comiendo cerca del inigualable barrio de Kochiwaldi, leí un lema espontáneo que, colgado de la entrada del bar en el que me encontraba, decía así:

WE SALUTE TO THE HEROS
FROM CORE OF OUR HEART
WHO SACRIFICED THEIR LIVES
TO SAVE OUR BELOVED MUMBAI.

El inglés indio es admirable. Al lado, otro cartel te animaba a beber té por la simple razón de que una persona feliz es una persona productiva. Así son los indios. Están enamorados de su modesta, esforzada, cochambrosa e irónica vida, e intuyo que se sienten fuertemente arraigados al lugar en el que deciden (o les obligan a) pertenecer. Los últimos atentados de Mumbai han desarrollado su sentimiento de unidad pero no ha disminuido su desenfado natural. De hecho, las manifestaciones de la ‘Youth against terrorism’ son muy graciosas: los participantes van en moto, a bocinazo limpio, liderando a un gordo barbudo que sostiene una estampita gigante de un santo mientras sonríe bobaliconamente.

En otro orden de cosas (imposible mantener un orden en algo) me gusta mucho la playa de Chowpatty, en la que los indios no se quieren bañar, pero que resulta un lugar admirable para ver el sol esconderse tras los rascacielos mientras comes arroz glaseado. Allí hablé con tres jóvenes indios muy encantadores e intercambiamos tabaco. Lamenté mucho no tener cigarrillos españoles, les dije, ya que ellos me ofrecieron una dulce nicotina autóctona que todavía paladeo. Ellos me preguntaron si estaba casado y qué es lo que me parecían las mujeres indias, a lo que yo contesté que las mujeres indias me parecían muy jamonas (o algo así). Nos reímos bastante. Uno de ellos dijo que sus padres nunca le dejarían hacer un viaje como el mío, que nunca le dejarían marcharse tan lejos. No supe muy bien qué contestarle.

También me gusta la 'Chhatrapati Shivaji Station', es decir, la antigua estación de trenes 'Reina Victoria', un edificio colosalmente colonial que es digno de verse. Allí compré mi billete para Kannur (Kerala) después de un considerable mareo que da una idea bastante clara de lo que es Mumbai. En cuanto entras, mil personas acuden a ti para gestionarte tu venta; no hace falta decir que ninguna de ellas es necesaria para tal efecto. En este caso, un hombre me anticipó el boleto que tenía que rellenar y entregar en la ventanilla de turistas extranjeros. Pero, una vez hecho todo el trámite previo, me enviaban de un sitio a otro mientras se tiraban de los pelos por mi ineptitud. Un segundo hombre, el jefe de todos ellos, cogió mi boleto y lo examinó con los ojos cerrados. Se inventó que ya no quedaban plazas para esa hora. Acto seguido, dijo: ‘Humm… así que vas a Kannur, ¿eh?... ya veo…’ Todavía me sigo preguntando qué diantres significaba ese ‘ya veo…’ A lo mejor voy y aterrizo en la aldea del horror y el terror, pero la cosa no terminaría ahí. Cuando consigo llegar a mi ventanilla, una hindú muy cotarrera y muy borde me pide cuarenta y cinco mil veces que lea las instrucciones de acceso a la estación de la que sale mi tren (que está en las afueras). Lo hago, pero ella no está conforme con tan poco. Me mira y me remira. ‘¿Vas a Kannur? ¿De verdad?’, dice ella, poniendo cara de ‘a Kannur sólo se va a poner una bomba o a poner un huevo’. A estas alturas, yo estaba divertido a la par que hasta los cojones. Eso es Mumbai, un equilibrio imposible.

(Nota: como mi habitación está al lado de la recepción del hostal, no paro de oír cómo los encargados se regalan politonos de móvil los unos a los otros. Lo peor es que también lo hacen por la noche).

Me cuesta mucho comer con una sola mano. Los hindús y los musulmanes comen con la derecha y a mí, de momento, me cuesta horrores no utilizar la mano con la que se limpia uno el culo, es decir, la izquierda (aunque siempre lo hago todo con la derecha, todo). El otro día me miraron fatal por ello y me dieron una lección fundamental de comida acompañada de unos cuantos pedos y eructos, algo totalmente lógico para ellos y que yo aplaudo. Lo que no me gustan son los caciques hosteleros que se colocan a la entrada de todos los bares y restaurantes, recibiendo las comandas de sus subordinados mientras se atusan el bigote. No me dan ninguna fiabilidad, y me hacen pensar en mercados subterráneos, dinero negro y mil cosas más. Y hablando de experiencias hosteleras (todavía no muy satisfactorias), el disfrute de una merecida cerveza se ve limitada a que en diez minutos la tienes como el caldo. Pasa lo mismo con el agua, pero se lleva mejor el agua caliente que la cerveza caliente. Todavía no he probado cervezas de la zona, y ardo (nunca mejor dicho) en deseos de hacerlo.

Terminaré, de momento, hablando de las cuevas de la isla de Elefanta, un lugar al que se accede en una especie de ferry colorido tras un trayecto de una hora. En las cuevas, un conjunto escultórico formidable dedicado al dios Siva, especialmente al ‘Siva Trimurti’ (dios de tres caras: creadora, conservadora y destructora). Aunque en ese momento había un rodaje multicámara de una interpretación musical folklórica con el Siva femenino de fondo (realmente interesante, aunque creo que era una grabación televisiva y no algo bollywoodense), yo me dejé llevar por mi admiración hacia los ‘lingham’, falos pretéritos incrustados en un cubo que simboliza el mundo. En cada altar excavado en la roca había uno. Es como ir a misa y honrar con flores la efigie simbólica de un pene introducido en un útero. Me encantan esos monolitos negros, sagrados como pocas cosas en la India. Me hacen pensar en la jovial vivencia de la religión hinduista, aunque eso es algo que iré comprobando poco a poco. De momento, mi lugar preferido de Mumbai es el estanque de Banganga, o el centro del mundo, una charca llena de patos con una lanza en el centro a la que se accede por unas escaleras monumentales, ocultas en mitad de los rascacielos de Malabar Hill. La primera visión de Banganga no se olvida: es impresionante cómo se abre a tus ojos, por sorpresa. No quiero caer en el tópico de decir que se palpa el misticismo, sobre todo desde que coqueteo con la idea de que a lo mejor soy un poco hippy y todo. Pero bueno, algo de eso hay. Así que ya estáis yendo a verlo, muchachos. Podría escribir mil cosas, pero la inexistente corriente eléctrica para cargar mi batería, el calor y la súper paja mental que tengo ahora mismo no me permiten destacar más de lo que acabo de hacer. Al siguiente post, el misterioso Kannur…

Sergio.

9 comentarios:

Elena Garrido dijo...

Tu público clamaba este post, aunque ahora tengo envidia de la mala.
Ansiosa por leer "Kampur, pongame un tercio y deprisita"
Esto va a enganchar más que Dexter, por cierto, voy por el capi 6 y creo que ya se quien es el despellejadoooooorrrr!
Besitos, te quieroooo!

Señor_X dijo...

Ya te digo que envidia cabron, y nosotros aki con una ola de frio y yo con un gripazo cojonudo. Tiene muy buena pinta eso eh? y ten cuidao en el sleeping nose que que suena totalmente a asesinato en el canadian express.

Cuidate tio, y recibe un amalgamado saludo jajaja. un beso.

Anónimo dijo...

Estoy aquí leyendo tus historias mientras en la tele no hay mas que basura "bueno House", y mi ratón se deja llevar sobre un libro que se titula el arte de la guerra "sun tzu", darío duerme y mi amor hace la maleta pués también tiene la suerte de viajar, capuyos.....simplemente quería decirte que te quiero y me encanta leerte, de hecho, me enganchas....

Barci dijo...

Estoy de acuerdo completamente en que enganchas chaval!!!tenía mogollón de ganas de que Sergio publicara como es la vida por la bulliciosa y asombrosa Mumbay. Disfruta del viaje en el sleeping ese,es el de las 28 horas no? tomatelo con calma, aunque por lo que dices allí la calma no existe...aqui todo como siempre, ya ves, discutiendo terminologías mientras se nos hielan los pies de frío y nieve (qué cabrón que solazo tendrás)deseando saber porqué todo el mundo se asombra de que te vayas a Kerala!
Por cierto, acabo de llegar del cine de ver Rockandrolla y es magnífica!
un besazo

Rankings dijo...

Cadáveres en el suelo? qué cosas.
Hummm... sospechoso el tío ese que te dijo "ya veo". Tendrá alguna relación con la tía maligna de Bárcena?
Interesante ver cómo tus amigos se afanan por ponerte al día de las pelis y series que ven. Yo, como no he visto gran cosa, te informo de que Nabil vio el 2x01 de Lost sin haber visto "Exodo III". Cosas del moro.
Suerte en tu vivencia particular de "Pánico en el transiberiano". binshag

Rankings dijo...

por cierto qué pedante eso de "Mumbai". Me recuerda a esa irritante costumbre que cogió la gente de decir "Beijing" durante las olimpiadas. edlehi

CAROLINA GRECIANO dijo...

Parece que estoy metida en una novela y de repente el narrador protagonista descubrirá un cadaver, será acusado del asesinato y tendrá que demostrar su inocencia... Me encanta. Seguiré pendiente... TK+

Manuel J. Greciano dijo...

ey Canijo, ya sabes que tus fans te seguimos ansiosos. Por aqui ya dijeron que lo de Ivan no tiene nada que ver con la sexta, el sporting perdió con el recre, pero llegamos a cuartos de la copa y estamos expectantes al estreno de la 5º de Lost.
Siempre deseando leerte
Un abrazo

Nabil dijo...

Seré escueto:

- Afortunadamente no vi el 02X01 porque me di cuenta de que había metido la pata. Y si la metí fue gracias a la inestimable ayuda de ti, querido Sergio, que me dijiste que el final de la 1ª se dividía en 2, y no en 3, que es la verdadera cifra. Evidentemente no te daré las gracias.

- Si, Ivan va a ganar GH10. Y detrás de él saldrá ese critel de nombre Almudena, a la cual le espera una lluvia de orines como castigo por ser enana, y una tortura lenta y dolorosa todavía sin definir como castigo por existir.

- La expulsión de Liz fatal. Esa puta se merecía la silla eléctrica pero la milá estaba a su favor y la trató bien.

- Después de la final hay un macrodebate con todos los ex concursantes y foreros, como el cretino del gato encerrado.

- Patri se va el 30. La identidad de su sutitut@ ya está medio elegid@. Pero de esto te enterarás a su debido tiempo.

- Se avecinan más cambios, pero también recibirás noticias a su debido tiempo.

- Cuídate!

Xau