sábado, 10 de julio de 2010

152. Lo que hizo la zorra de ‘Lost’. Nominaciones a los Emmys 2009-10.



Acaban de anunciarse las nominaciones a los Emmy, esos premios tan ridículos a los que concurren un buen número de obras maestras del audiovisual. Me apasionan, me enfadan y me divierten muchísimo las elecciones que toman los miembros octogenarios de la Academia. Y como este año he visto cinco de las seis series dramáticas a concurso, me veo obligado a comentar los méritos, las decepciones y las posibilidades de las mismas. (Nota: el formato de comedia no es lo mío y por eso no hablaré de él, aunque creo si hubiese justicia ganaría la extraordinaria ‘Curb your enthusiasm’ por su original última temporada; en cuanto a ‘Glee’, he visto un capítulo y espero no tener que repetir tal experiencia).

a) ‘Mad men’.

Si no he contado mal, la niña mimada de la Academia tiene diecisiete nominaciones, en parte gracias a que casi todo el reparto es candidato a un premio. Nada que objetar a esto último, porque el reparto es lo mejor de la serie, en especial mis chicas favoritas (January Jones, Elisabeth Moss, Christina Hendricks). No obstante, la tercera temporada de ‘Mad Men’ es la menos apasionante de todas, muy alejada del interés que suscitaban tramas y personajes hace dos años. Y por muy listo que sea Matthew Weiner, me molesta que con cuatro capítulos excelentes, muy bien ubicados en la recta final de la temporada, se salve un conjunto irregular que a veces incluso tiende a mediocre y repetitivo. La presencia de ‘Souvenir’ en apartados técnicos y de ‘Guy walks into an advertising agency’ en montaje, guión y dirección son muy exageradas, siendo el primero el peor capítulo de toda la serie y el segundo un ejemplo perfecto de efectismo narrativo.

No ganará mucho. Espero que alguna de mis chicas se lleve el gato al agua (y las que más papeletas tienen son las secundarias) y que a la gente que vota en este tipo de cotarros se le deje de caer la baba con estéticas sesenteras y revoluciones sexuales trasnochadas y empiecen a valorar lo que ‘Mad men’ realmente ofrece a estas alturas.



Oh, Peggy. ¿Será este tu año? ¿Darán más
candela a tu inolvidable personaje en la cuarta temporada?




b) ‘Lost’.

Ay, ‘Lost’. La que has armado. Trece nominaciones cuando ya nadie daba un duro por ti. Y no es porque la sexta y última temporada sea especialmente buena. De hecho, y armándome de toda la perspectiva de lo que soy capaz, creo que es la peor de toda la serie. El juego de los Oceanic Six en la cuarta entrega y los demasiado criticados viajes temporales de la quinta eran muy superiores. Por no hablar de la presencia masiva de ‘The End’ en guión, dirección, música, montaje, sonido… cuando al grandioso espectáculo visual y literario que es ‘The incident’ ya le costó lo suyo tener una mínima visibilidad el año pasado. ¿Es ‘The End’ tan bueno? No, pero es el último, y eso tira. ¿Es Matthew Fox tan buen actor como Bryan Cranston o Michael C. Hall o Jon Hamm? No, pero es el prota de la serie que se ha despedido este año por todo lo alto, y había que hacerle un hueco (aunque esto no me molesta porque el doctor Jack Shephard hace mucho que me dejó de cargar). ¡Si hasta nuestra Juliet tiene nominación a mejor actriz invitada! ¡Tres años de tino insuperable y le viene ahora el reconocimiento por una secuencia en la que desconecta y conecta de nuevo una máquina expendedora! Sí, nos hemos vuelto locos, pero si se trata de Juliet hacemos la vista gorda. Aunque sea un despropósito que en la categoría de actores invitados se codeen trabajos tan concienzudos como el de John Lithgow en ‘Dexter’ y apariciones esporádicas como la de Elizabeth Mitchell. Yo si fuera el señor Lithgow pediría explicaciones.

‘Lost’ ganará este año. No veo cómo no habría de hacerlo tras la declaración de principios que suponen esas generosas trece nominaciones. Terry O’Quinn parte como favorito para el Emmy a actor secundario (no creo que Michael Emerson tenga posibilidades) y ya sabéis que venero esa calva sobre todas las cosas, incluso sobre el Jesse Pinkman de ‘Breaking bad’ (al que le llegará su momento, estoy seguro).

c) ‘Dexter’.

No profeso un amor desmedido por esta serie, pero la cuarta entrega es la mejor de todas las emitidas y siete nominaciones me parecen incluso escasas. Hacía tiempo que no devoraba capítulo tras capítulo, pero el mítico enfrentamiento entre Dexter y Arthur nos ha dado algunas de las secuencias más cardíacas del año. Tras el logro de mantener e incluso superar el interés que produjo en su estreno, creo que sería justo reconocer el trabajo de Michael C. Hall (aunque yo siempre lo preferiré en su rol de David Fisher).

d) ‘Breaking bad’.

La vencedora moral de estos premios y la mejor serie dramática que se emite actualmente (aunque no sea ni mucho menos perfecta), a ‘Breaking bad’ parece que le queda aún más camino por delante para alzarse con un reconocimiento menos discreto. ¿Qué tiene que hacer el equipo de Vince Gilligan para conseguir una mísera nominación al mejor guión, cuando el díptico ‘Half measures/Full measures’ brilla con luz propia en esta magnífica tercera temporada? Por no hablar del teatral ‘Fly’ o de las tensas e increíblemente planificadas secuencias que hacen de esta serie la joya que es. (Pienso ahora en Walter forzando a Skyler a llamar a la policía al principio de ‘I.F.T’). A esta serie se le pueden achacar varias cosas: que se guste demasiado a sí mismo en lo visual, cayendo a veces en un preciosismo reiterativo; que su muestrario de violencias varias no esté siempre justificado… y podemos sacarnos más de debajo de la manga. Pero lo que no se puede negar es que ‘Breaking bad’ tiene los mejores guiones. Se me ocurre que los miembros de la Academia, como ya reconocieron hace algunos años, no se ven temporadas enteras sino capítulos que la productora y/o la cadena entregan como muestrario. Es por eso que ‘The Wire’, posiblemente la serie mejor escrita de la historia, sólo arrascó dos nominaciones en cinco años (algunos de los votantes entrevistados al respecto, en un alarde de honestidad, reconocieron que la serie les parecía demasiado densa y que no la entendían). Cuando una obra evoluciona a lo largo y no a lo ancho, como es el caso de ‘The Wire’ y ‘Breaking bad’, es absurdo valorarla tras el visionado de un episodio suelto, por muy bueno que sea. El entramado narrativo no luce lo que debería.

Y que alguien me conteste a esto: ¿qué tiene que hacer la grandiosa Anna Gunn para que se le haga un hueco entre las finalistas? No tendrá el nombre de Glenn Close o Julianna Margulies, pero se las come con patatas a todas ellas. A ver quién interpreta a una mujer tan ordinaria sobre el papel (Skyler) con el detalle y la espontaneidad que esta mujer imprime.




e) ‘True blood’.

Que la segunda temporada de ‘True blood’ haya obtenido nominación me parece un chiste, cuando es tan obvio el descenso de calidad en comparación con la primera entrega. Ménades, vampiros, mutantes y ahora hombres-lobo nazis, todo mezclado con un buen número de gratuitos ‘fuck’ y mucho sexo. Y no diré que no me divierte. De hecho, no he podido evitar ver por dónde iban los tiros en los nuevos episodios, aún más ridículos si cabe. Pero si antes hablaba de lo que es escribir un buen guión para televisión (‘Breaking bad’), esta serie representa lo que nunca, jamás se debería hacer con tramas y personajes.

f) ‘The good wife’.

Soy fan de opinar sin ver, pero no hablaré de esta serie ya que ni siquiera sé de qué va. Eso sí, está cantado que Julianna Margulies ganará el Emmy a la mejor actriz, y eso, al menos, traerá algo de aire fresco en la más sofocante y paleolítica categoría de los premios.


Ya está. Ya lo solté. Si escribo todas estas cosas es porque adoro la (buena) ficción televisiva, a la que le dedico muchas horas de mi tiempo, no sólo visionando sino también escribiendo. Me encanta cómo algunas series amplían las posibilidades de expansión de sus personajes e imitan peligrosamente a la vida en su continuo discurrir. Me encanta ‘El gran día de los feos’, de la que espero más y más capítulos. Y deseando lo mejor a ‘Breaking bad’, además de muchas sorpresas en una gala que no comentaré porque es mortalmente aburrida, me despido. Salud.

Sergio. 10/07/10.

No hay comentarios: