viernes, 3 de abril de 2009

XLII. Cotarros del 5x10 y el 5x11 de ‘Lost’.


¡ATENCIÓN! ¡SPOILERS PARA QUIEN NO

HAYA VISTO LA QUINTA DE ‘LOST’!


Tomo nota de vuestras sugerencias y las comparto. No quería hacerme el pesado con ‘Lost’ y por eso agrupé los episodios de dos en dos, pero ésta será la última vez. Hemos llegado a un punto en que no puedo esperar dos semanas, dejando que mi pasión desaforada se enfríe. A cambio de vuestros comentarios, intentaré actualizarme, aunque tenga que ir dos veces al ciber-café. Además, estoy casi seguro de que yo veo los capítulos antes que vosotros; el cambio horario me favorece, y a las diez y media / once de la mañana (seis de la mañana en España) ya tengo el chisme listo para ser reproducido. Ja.


a) Manu; no creo que Locke vaya a tener otro episodio después del nunca suficientemente alabado ‘The life and death…’. Intuyo y espero que tenga un rol decisivo en la recta final, tal y como sucedió en la tercera temporada. Si recuerdas, después de descubrir a su padre maniatado en la magic box, Locke estuvo sin asomar su calva durante unos cuantos y larguísimos capítulos. La espera mereció la pena, porque luego le veríamos cargando con el cadáver de Anthony Cooper, dándose de hostias con Mikhail, descubriendo la cabaña de Jacob, agonizando en una fosa común y lanzándole un machetazo muy polémico a Naomi, esa chica tan mala. No espero menos de él esta vez. Su aparición estelar en ‘Whatever happened, happened’ no tendrá mucha continuidad, o eso me aventuro a pronosticar. Y, por supuesto, yo también te tengo muy presente, como ya habrás percibido en nuestras conversaciones telepáticas.

b) David; defenderé el 5x02 a capa y espada. Me parece harto divertido. Por lo demás, estoy bastante de acuerdo con la pereza que me despierta esa casita de muñecas llamada Dharmaville. El giro me parece prometedor porque no creo que estos guionistas den puntada sin hilo, aunque los Oceanic Three (cada vez quedan menos) estén más desconcertados que Bebe. En el 5x10, la poca curiosidad que demuestran por lo que pasa a su alrededor es irritante. Aunque, ¿de qué sirve irritarse a estas alturas? (Deberías ver mis nuevas posturas felinas y mis gritos de emoción en inglés, al estilo de ‘Oh, fuck’, ‘C’mon!!’, ‘Fuck you, Jack!’). Soy muy yanqui y muy patético. ¿Vas a venir a verme algún día, querubín?


Al lío. ‘He’s our you’ me parece la oveja negra de esta temporada. Es un capítulo propio de las primeras entregas, con flashback normalito tirando a soso, y no me parece que en él suceda gran cosa, salvo por la relación carcelero-encarcelado con Ben, que viene a ser el gran leit-motiv del iraquí a lo largo de su paso por la serie. Sayid solía tener mucho tino, pero me parece que ya se ha incidido más que de sobra en su carácter de matón atormentado. Ahora mismo, lo que de verdad interesa es ver quién asesinó a su querida Nadia y por qué. La interpretación de Naveen Andrews tampoco me parece muy inspirada, y durante su colocón con el suero de la verdad (no le veo el sustento narrativo a esa secuencia) le vi bastante escaso de imaginación; de hecho, sus risas diabólicas están dobladas. Pero no me ensañaré. Yo he sido bastante fan de Naveen Andrews, y creo que tiene dos episodios magníficos en los que su trabajo me puso los pelos de punta: ‘The greater good’ (1x21) y ‘Enter 77’ (3x11). En éste último, la premisa dramática ya agotó y desbordó la compleja personalidad de Sayid, a la espera de un nuevo giro. Su nuevo tormento a las órdenes de Ben no ofrece nada nuevo bajo el sol. Todos sabemos que el pobre Sayid no disfruta matando, pero que matar, sonsacar y acatar órdenes se le da bastante mejor que peinarse. Me aburrí un poco, y supongo que me esperaba, efectivamente, el gran hueco narrativo en el que descubrimos que ¿Ben mató a Nadia? Otra pregunta: ¿tendrá que ver la pereza interpretativa de Andrews con las declaraciones en las que se lamentaba por no haber interpretado a John Locke? No es tonto, el chaval.


Juliet, o los labios más tersos y pétreos de la historia, deja que se le queme el bacon y muestra algo de humanidad, para variar. Sawyer acapara cada vez más atención (merecidamente) y casi todos los miembros de la iniciativa Dharma me parecen insoportables, aunque no pueda evitar el cariño que me despierta Horace. Ironías aparte, no es un mal episodio, pero es un episodio frustrante y que pone el freno a un ritmo trepidante.


Hay tres cosas por las que He’s our you que se salva:


a) El brillante final. En la mejor tradición de Lost.

b) Ben, cómo no. Es increíble cómo este hombre te suelta frases absolutamente imposibles… y funcionan. Sus primeros planos justifican un episodio entero. Ben es el mejor villano de la historia de la televisión (sentencia; me da pereza seguir poniendo eso de ‘en mi humilde opinión’ porque se sobreentiende). Ben-niño también es otro gran y precoz actor. Ya lloraba muy bien en ‘The man behind the curtain’, y ahora vuelve a encogernos el corazón. Además, le regala a Sayid un libro de Antonio Castañeda. Cada vez estoy más convencido de que los guionistas se han mamado la Antología del relato fantástico de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo (uno de las lecturas más estimulantes que se puedan encontrar, la echo mucho de menos aquí).

c) ‘I can’t give you anything but love, baby’ de Billie Holiday saliendo de un tocadiscos en mitad de la jungla. La selección musical de ‘Lost’ siempre me deja desencajado.



Whatever happened, happened es ese gran episodio que nos esperábamos después del parón. El guión lo firman Cuse y Lindelof, con una sabiduría y un tiento muy propios de sus cabecitas. La dirección también es muy competente, sobre todo en la magnífica secuencia del supermercado. Casi todos los personajes aprovechan sus minutos (menos Jin, el pobre, a la espera de que venga Sun a apretarle las tuercas). Miles y Hurley hablan por nosotros y nos regalan una conversación extraordinaria y muy esperada. Jack asume la filosofía de Locke y se pone fofo. Y, sorprendentemente, no sólo tenemos doble ración de Kate en esta temporada, sino que además es un doblete merecido. Si Evangeline Lilly no consigue su nominación al Emmy este año, tendrá motivos para sentirse injustamente olvidada. Qué sorpresa me he llevado con la Freckles. Está tan maravillosa como en sus primeros capítulos.


Todo el episodio gira en torno a qué es lo que significaría la muerte de Ben-niño en el devenir de los acontecimientos. Los personajes no son conscientes de que están haciendo metalenguaje. A esos niveles hemos llegado. El disparo de Sayid hace saltar la alarma en Dharmaville y algo me dice que ya nada será lo mismo. Desde que Jack ¡se niega a salvar una vida humana!, en el que probablemente es el giro más radical que hemos visto en un personaje de ‘Lost’, Sawyer y Kate son empujados juntos a una aventura que les reportará muchos problemas y que tambaleará la vida idílica de los Island Four. A eso me refería con hacer avanzar la acción: a exprimir las consecuencias que tienen las decisiones de los personajes (la especialidad de la casa en esta quinta temporada). Jack está abogando por dejar que la isla le diga, en el momento oportuno, qué es lo que tiene que hacer (aunque eso no es, exactamente, lo que hacía Locke). Aunque su reacción es fría en exceso, no le falta razón. Ben se salvará y se convertirá en el monstruo que es y no recordará haber sido abatido por Sayid. Jack y Sayid construyen al Ben del futuro. Pero, más importante que eso, es el hecho de que Jack está sembrando la semilla de la revolución en el suelo ajardinado de Dharmaville. Mientras se hace un sándwich y se pega una ducha. Mi pregunta es: ¿depilarse el pecho es otra manifestación de su ‘nuevo yo’, ése que no le gusta a Kate y que tampoco parece entusiasmar a Juliet? A mí sí que me parece un cambio muy bienvenido.

Hablemos de la bellísima Kate (hoy me tiene muy contento). La cámara la adora y le hace unos cuantos homenajes:


a) Cantando al oído a Aaron mientras avanza por el porche de Cassidy. ¿Es una canción de Patsy Cline? Creo que sí. El caso es que son unos segundos hermosos.

b) Mano a mano con Juliet. Los guionistas saben que es más efectivo hacerlas amigas, y no enemigas. Además, nuestras dos mujeres-coraje tienen un tino muy bueno cuando se lo proponen. La Kate de la jungla es una fiera desaliñada y atractiva que cambia su carísimo coche de andar por Los Angeles por una furgoneta Dharma. Otra pregunta: ¿acaso sabe dónde tiene que llevar a Ben? ¿O desde que paso de los subtítulos hay algo que me he perdido? (Normalmente lo entiendo todo, menos cuando Sawyer abre la boca).

c) Su look del principio de temporada, versión supermercado. En esta secuencia, camina y corre y entra en pánico con una elegancia que me deja atónito. El detalle de la falsa ‘Claire’ es magistral y me asustó hasta el punto de no creerme que la mujer en cuestión era otra persona. Y como los flashbacks están muy bien hilvanados…

d) … Kate va a contarle a su nueva amiguita las dudas que tiene acerca de su futuro como madre (a raíz de un susto doméstico con el que cualquier madre se puede identificar), y le da al café y al licor hasta que se decide por…

e) … prescindir de Aaron y buscar a su progenitora. Me parece una justificación inteligente para su presencia en la isla, y no se me hubiera ocurrido. Sensacional monólogo-confesión con la señora Littleton y una muy emotiva despedida del hijo que nunca pudo ser hijo. Las miradas de Kate son tan sugestivas como sensibles y, como podéis comprobar, me han reconciliado con ella. Aunque le cuesta un poco soltar la lágrima, la acaba soltando, y con tino.



Me dejo dos cotarros menos terrenales para el final. Uno de ellos es Miles, cuando dice esa controvertida frase de ‘nuestras experiencias en el pasado y en el futuro ocurren antes de nuestras experiencias actuales’. Tuve que escucharlo varias veces. La verdad es que me encantaría viajar en el tiempo, y lo que siento es una envidia tremenda por no ser Hurley y no estar teniendo esa conversación tan apasionante. Aunque mi imaginación todavía no llega a atisbar las implicaciones completas de esta teoría, me alegro de que Cuse y Lindelof hayan dejado una puerta abierta para explicar el cabo suelto que Miles no puede explicar: ¿por qué Ben no parece recordar a Sayid en el futuro? Gracias a Richard Alpert (me encanta cómo mira a Kate) descubrimos, casi al final del episodio, que Ben perderá su inocencia y se convertirá en ese ser más malo que Belcebú (a espaldas de ¡tachán, tachán! Widmore). Ese recorrido final hacia el templo hindú en el que vive el humo negro me parece uno de esos momentos míticos que nos regala ‘Lost’, con todos los ingredientes para perdurar en la memoria. Qué perfecto abrazo entre el drama y el ocultismo. Por si fuera poco, todavía queda una frase para el recuerdo, y la dice ni más ni menos que John Locke: ‘Hello Ben. Welcome back to the land of the living’. Si la forma de unir dos momentos separados en el tiempo para darle una mayor dimensión significativa es una de las claves de ‘Lost’, éste sería su epítome. Con sonrisa del calvo incluida. Maravilloso.


No es ningún misterio ni ningún spoiler si digo que quedan cuatro episodios y la season finale, que, al parecer, se emitirá del tirón en formato doble. Nos falta por ver algo más de las parejas Desmond – Faraday y Sun – Jin, unas migajitas de Miles (por favor) y, cómo no, el capítulo de Ben. La season finale no tiene por qué estar centrada en nadie, aunque, si por mí fuera, no tendría ninguna duda en otorgársela a un par de personajes. Que empiece el espectáculo, porque Whatever happened, happened es una estupenda introducción para la recta final. Saludos, queridos.


Sergio. 02/04/09

1 comentario:

Rankings dijo...

Bien! por primera vez acabo de ver un capítulo y ahí estás tú al quite, con tu comentario en la mesa. Muy bien, pues como ahora no tengo excusa que valga, aporto mis opiniones.
En efecto, lo de Dharmaville está mejorando ahora que todo está a punto de desmoronarse, aunque eso no hará que olvide el comportamiento ridículo de los oceanic en los primeros momentos tras su llegada. Por favor! llegan a la aldea como quien llega invitado a una fiesta; les sueltan que han retrocedido 30 años en el tiempo y se quedan con cara de "vaya, no sabía que ahora la cosa fuera de viajes en el tiempo, búscame un mono caki de mi talla y me lo sigues contando"; se dan cuenta de que ninguno (absolutamente ninguno) de sus antiguos amigos se alegra de verlos y que están atrapados sin remedio con un grupo de chiflados en la isla de sus pesadillas y en otro tiempo PARA NADA, y se quedan en plan "joder, me la suda tanto todo que hasta me siento culpable. ¡Anda! Sayid está en peligro, guay porque así puedo fingir que me preocupo por algo". En fin, como digo, eso ya ha pasado, ahora todo el mundo está (o estará) bien jodido, que es lo que queremos ver, y probablemente todo se precipite a partir de ahora sin más pausas que las necesarias para explicar quién mató a Nadia y porqué coño estaba Ben ensangrentado en un puerto (alguien más se apunta a la teoría de que fue a matar a penelope y cumplir así su amenaza antes de volver?).
En cuanto al 5x10, discrepo respetuosa pero rotundamente de lo que dices del moro uñas-guarras: si bien es cierto que ya se ha insistido mucho en su naturaleza asesina, no me ha disgustado que se recuerde justo en el momento en que más cerca está de lograr dejar atrás esa parte de sí mismo (en sudamérica lo deja bien claro: no más muertes y sí mucho tejados que deben ser arreglados)... y falla. Me ha gustado como Sayid se ha rendido a sí mismo y cómo ha vuelto a decidir una vez más que el fin justifica los medios, esta vez haciendo la mayor animalada de todas, pegándole un tiro a bocajarro a un niño. Es el único que hace lo que todos en el fondo querrían; en este sentido, Jack intenta hacer lo propio por pasiva y lo único que logra, efectivamente, es cagarla y provocar con su inacción que Ben sea llevado con los Otros, donde sufrirá quién sabe qué perrerías, determinantes para convertirlo en el Ben que conocemos.
La conversación de Miles y Hugo es muy divertida y ayuda un poco a verbalizar todo lo que más o menos sabíamos pero que sólo habíamos escuchado en boca de galimatías-Faraday. Genial el momento en que dice hugo "no debería Ben acordarse de que sayid le disparó cuando era niño?" a lo que mi respuesta, instintiva e inmediata, fue "pues claro que se acuerda, ese cabrón lo sabe todo y desde niño ha estado espiando con sus ojos de sapo (sorprendente el parecido del actor niño con Emerson) y aprendiendo detalles de todos los losties". Pero no, luego va Alpert y dice que le harán un nosequé que le borrará todo de la memoria. Pues no me gusta eso, hala (probablemente me acabaré tragando mis palabras por enésima vez).
Y a todo esto, ¿soy el único que se sintió decepcionado con que el cliffhanger del 5x10 haya resultado ser tramposín, al resultar que ben no muere? es decir, llevo toda la semana conjeturando con cómo puede retortijarse el universo al haber un cambio tan drástico en el pasado y ahora resulta que no, que Sayid falla un tiro por primera vez y que el puto niño vive. Eso, sin duda, confirma al cien por cien eso de que no se puede cambiar nada de nada del pasado y, por tanto, a partir de aquí habrá personajes por cuya vida no nos tendremos que preocupar y eventos que los personajes no deberían ni siquiera intentar evitar.
En fin, listos para la recta final, dos mesesitos más de nuestra droga favorita y luego a sufrir otro año.

PD: Tu querubín favorito no podrá visitarte en el medio plazo porque acaba de empezar a currar en un nuevo sitio del que ya te daré más detalles otro día que ahora no me apetece mucho. Un abrazo.
PPD: En su defecto, te haré un hermoso regalo: llevaré cámara de fotos la próxima vez que hagamos botellón y le sacaré un video a Nabil interpretando a Juliet. Te fascinará. cloil