lunes, 20 de abril de 2009

XLVII. Cotarros del 5x13 de ‘Lost’. / Qué podemos esperarnos de esta recta final.


¡ATENCIÓN! ¡SPOILERS PARA QUIEN

NO HAYA VISTO LA QUINTA DE ‘LOST’!


Bueno, ahora que uno de nuestros contertulios estrella se ha unido al ritmo de visionados que exige todo buen seguidor de esta bendita serie, tal vez no haga falta poner el cartelito de los spoilers. Pero lo hago por si acaso.


Me gusta mucho Some like it Hoth, capítulo que parodia tanto a Star Wars como al título original de ‘Con faldas y a lo loco’, ‘Some like it hot’ (siempre me ha hecho gracia el título italiano de esta película, ‘A qualcuno piace caldo’). No es que pasen cosas muy intensas en él, pero por lo menos no te venden el humo negro en los primeros cinco minutos para luego marearte con la sopa boba. Me gusta mucho Miles y también el actor que lo interpreta, Ken Leung. Los productores ya habían anunciado un capítulo para él, y si mis pesquisas a raíz de los títulos (el único spoiler que me permito) no fallaban, sabía que su momento tendría que venir en esta segunda tanda. La gran sorpresa del episodio se revela ya en el primer minuto, y por el ritmo pausado de los acontecimientos el espectador, a eso del primer tercio, se empieza a acomodar en su silla con la intención de disfrutar de una entrega más que no deparará la información esperada, pero que ofrecerá lo que sólo ‘Lost’ y algunas otras series privilegiadas pueden hacer: un entretenimiento sólido y bien hecho.


Miles es el hijo de Pierre Chang / Marvin Candle / el chino de los vídeos. Nació en la isla. Sus poderes perceptivos están, entonces, ligados a nuestro muy querido jardín del Edén, piedra filosofal o lo que coño sean esos matorrales dimensionales. Pero la razón real por la que el señor Chang abandona (o no) a su esposa y a su hijito, con los que Cuse y Lindelof han abierto esta temporada, todavía es una incógnita. A partir del primer flashback (en el que Miles encuentra una llave debajo de un ¡conejo blanco!), descubrimos el periplo afectivo del cazafantasmas y la construcción de una personalidad borde, esquiva y materialista. Oh, la ausencia del padre. Cuántos estragos ha hecho en todos los personajes de la serie. ¿Quién no ha tenido problemas con sus progenitores? Hagamos memoria… Jack denuncia a su padre por negligencia médica (y se lo lleva con él a la isla); Locke no sabe nada del suyo hasta que éste lo encuentra, le roba un riñón y le tira por la ventana (y también aparece en la isla, cómo no); Ben sufre malos tratos físicos y psicológicos (no hay que añadir que Roger Linus pertenece a la isla, qué tío más pesado); Hurley se reencuentra con su padre después de ganar la lotería; Kate asesina a su padrastro y su madre la desprecia… La lista es interminable. Miles y Hurley hablan de papás en este episodio, utilizando la célebre ‘Yo soy tu padre’ de ‘El imperio contraataca’ de una forma muy original: hay que comunicarse con el viejo, que si no te enfrentarás con un final de trilogía muy inferior a la segunda parte. Genial.


Lo que me gusta de ‘Some like it Hoth’ son los detalles, responsabilidad de los guionistas pero también, cómo no, del muy eficiente Jack Bender, que sigue subiendo la cámara al cielo en cuanto le dejan los de producción. Por ejemplo: Miles suelta las manos de su madre moribunda cuando ésta le confiesa que su padre está muerto; Miles finge no prestar atención a la conversación entre Hurley y su padre pero se indigna cuando éste alega que prefiere el country al jazz (no me extraña); Sawyer deja KO a Phil, el hombre con cara de rata que sirve para todo tipo de papeles secundarios, y cuando le pide a Juliet que le dé algo de cuerda para atarle, ésta pone una cara (si es que alguna vez puede poner cara de algo debajo de esa capa rígida de porcelana) que evidencia el morbo que le da tener una pareja tan resuelta y al margen de la ley como el señor La Fleur (a mí también me daría mucho morbo). La descripción de la rutina Dharma, con sus salas de control, sus cocheras, sus juegos de llaves, la lista en la que hay que apuntarse cada vez que se coge un auto… están muy bien pensadas. Hacen que uno se pregunte a qué coño sabe la cerveza Dharma (a Finkbrau o peor, seguro). Y detenerse en Miles y Hurley durante quince de los cuarenta minutos que dura un episodio nos hace reencontrarnos con unos personajes muy vinculados al espectador, con el que éste se puede identificar a través de unos diálogos simples pero con enjundia. La dialéctica de poderes es muy divertida (‘tienes envidia porque mis poderes son mejores que los tuyos’) así como la visión de Miles sobre cómo puede o no puede ser la comunicación con un muerto. Vale, hay momentos en los que desearías que pasase algo más. Pero, ¡caray!, es el capítulo del chino, vamos a dedicarle unos minutos.


Y, para terminar de convencerme, Miles protagonia dos momentos que a mí, personalmente, me emocionan mucho. El primero es el flashback en el que engaña a un padre arrepentido ante la prematura muerte de su hijo. Un pequeño e intenso cortometraje emana de las imágenes eficaces de este encuentro doble. Además, el accidente en cuestión define muy bien la turbulencia interna de Miles. El segundo es la poética convivencia de Miles con su pasado a través de la ventana de la casa de sus padres, donde se ve a sí mismo allá donde la memoria de todos los mortales no puede acceder. ¿Quién no ha tenido los pelos de punta con esta secuencia? Y, ¿qué es lo que pasará cuándo Miles hable con su padre y le diga que viene del futuro? Porque eso es lo que va a hacer, estoy seguro. Y él mismo ocasionará que el doctor Chang le abandone, o algo peor. Espero que se cumpla mi trágica profecía. Por ahí anda, también, un nuevo personaje llamado Bram que me cae casi peor que Radzinsky. Al parecer, el hombre que ayuda a Illana en su revolución armada sabe lo que se esconde en la sombra de la estatua (qué equivocado estaba al respecto del significado de esta frase) y juega en el bando contrario al de Widmore. El bando que va a ganar. Uno no acaba de acostumbrarse a las medias tintas. Y tampoco a la aparición de nuevos personajes. Por favor, que ya la tenemos bastante liada.



El retorno altamente sugestivo de Faraday en el submarino cierra‘Some like it Hoth’, un episodio muy bien hecho que no apasionará a los adictos de la adrenalina, pero que revela algunas cosas importantes y que hace justicia a un actor más que correcto. Ahora… No sé si estáis como yo, pero las rectas finales siempre sacan lo mejor y lo peor de mí. Lo mejor es que mi imaginación y fantasía se desbordan y componen tramas alambicadas que nunca coincidirán con las de los creadores de ‘Lost’. Lo peor es que le dedico demasiada atención a esta fantasía, y es por eso por lo que la aprecio tanto, y esto es la pescadilla que se muerde la cola. Tres capítulos, señores, uno de ellos doble, y la mecha no ha explotado todavía. ¿Qué es lo que tiene que suceder en esta recta final?


a) Dharmaville tiene que iniciar una guerra contra los elementos infiltrados, es decir, los losties. Las consecuencias han de ser terribles, espero, y deben influir a la estación The Swan, The Orchid, al tratado con los Otros… y dar algo de información, por favor, sobre lo que significa Dharma, en última instancia.

b) Pierre Chang debe hacer algo más destacable, además de revelarse como el padre de Miles.

c) Juliet y Kate deben tirarse de los pelos y quedarse calvas.

d) Faraday tiene mucho que explicarnos. Creo que lo hará.

e) Locke, Ben y Sun deben viajar a 1977. O no. A lo mejor Sun acaba sodomizada por ellos hasta que ésta se rebele y los mate, a lo que seguiría una década de locura en la soledad de la jungla, interrumpida por la visita de su hija Ji Yeon a la isla, a la que Sun no reconocería y mataría accidentalmente… En fin, no sigo.

f) Locke debe resucitar públicamente y erigirse como líder, lo que contará con la oposición de Ben, Jack y Sawyer, como poco, o tal vez no… El calvo tiene al humo negro de su lado, y eso es una ayuda poderosa.

g) Jack debería reencontrarse con su padre de una puñetera vez. Y, puestos a hablar de familia, Claire debería tener una secuencia, al menos.

h) Algo de interés tiene que pasarle a Desmond.

i) Algo se esconde en la sombra de la estatua. Lo dejo ahí. Muchas cosas que no podemos imaginarnos deben pasar. Y sería aconsejable que fuese así, porque la season finale de la quinta es la última antes de la sacrosanta series finale. Espero que Cuse y Lindelof se lo curren. Sólo han guionizado cuatro de los trece episodios emitidos hasta ahora, así que han tenido tiempo para sorprendernos. O a lo mejor han estado fumando porros y leyendo Daredevil.


Bueno, queridos. Nos veremos después del parón. Os dejo con una cita de ‘La invención de Morel’ de Adolfo Bioy Casares, que va de una isla mágica y de muchas cosas relacionadas indirectamente con ‘Lost’ (no en vano, el libro aparece en algún episodio que ahora no recuerdo). Sé que esto es muy pedante. Lo siento. La única justificación es que el párrafo me parece, sencillamente, formidable.


“¿No debe llamarse vida lo que puede estar latente en un disco, lo que se revela si funciona la máquina del fonógrafo, si yo muevo una llave? ¿Insistiré en que todas las vidas, como los mandarines chinos, dependen de botones que seres desconocidos pueden apretar? Y ustedes mismos, cuántas veces habrán interrogado el destino de los hombres, habrán movido las viejas preguntas: ¿adónde vamos? ¿En dónde yacemos, como en un disco músicas inauditas, hasta que Dios nos manda nacer? ¿No perciben un paralelismo entre los destinos de los hombres y de las imágenes?”


Sergio. 18/04/09.

1 comentario:

Manuel J. Greciano dijo...

A mi me paso como pocas veces con este capítulo, no me podía creer que la aparición de Faraday por la escotilla del tan mencionado submarino fuera el final de capítulo. Necesitaba que pasara algo más.
Mis dudas están ahora en quién es "La variable". Pensaba en Sun, por eso de quedarse en 2007 cuando los demás losties viajaron al pasado y en Penny que, siendo la constante de Desmond podría ser la variable que les llevara de vuelta al "presente" a los losties. También ronda mi imaginación el bueno de Faraday, que a ver que dice cuando vea a Kate y compañia rondando por el pasado.
Como la variable será al final lo que menos nos esperamos (el nuevo Jack quizás)y no parece que nuestros queridos Locke, Sun y Ben (sigo convencido de que el sabía quienes iban a venir a la isla, porque desde siempre ha sabido todo de ellos, incluso puede que haya intervenido en su pasado)no vuelva a aparecer antes de la sesión finale habrá que ver como concluyen la temporada y las mil dudas que nos dejan para la sexta.
En lo personal, estoy en semana de limpieza y bastante estresado, pero sigo inmerso en Theyyam, tendrá noticias antes de que acabe el mes.