lunes, 20 de abril de 2009

LI. Padmini.

Estamos que lo tiramos. Yo que me he pasado semanas sin poder acceder a ninguna imagen original, y ahora hago dos post seguidos de lo mismo. Estoy intentando comercializarme, por si no os habéis dado cuenta.






Esta no es mi casa, pero es el edificio central. Aquí es donde desayuno, como y ceno, donde pago mis facturas y donde observo las tácticas culinarias del sur sin ningún provecho (me temo). La mujer india que domina el porcentaje de fotografías es Padmini, la chef. Decir que Padmini tiene tino es una redundancia. Padmini es el tino. He de reconocer que hasta hace poco no sabía su nombre. La afluencia de turistas me aisló en mi casa y me hizo pernoctar más tiempo allí que en el edificio central. Con la temporada baja, Padmini y yo hemos estrechado nuestra relación, a pesar de que no nos entendamos nunca. El otro hombre que cocina es Linu, que compite en simpatía con Binoi.

Y ahí tenéis al famoso Kurien. Ambos vestimos mundu, el doti blanco con el que podemos ir a cualquier recepción formal. Padmini al fondo.



Éste es el lugar de reunión del Teto’s Brothers Club. Hoy me despediré aquí de mis amigos, casta y sobriamente, aunque tal vez me convenzan y vuelva para la boda de la hermana de Kiran. Recuerdo cuando crucé ese puente por primera vez. Esta imagen es muy significativa para mí.



Algunas instantáneas playeras e imágenes de los alrededores, entre las que se encuentra la pesca de mejillones y la música ambulante.






Kannur, esa ciudad que tanto me asustó al principio, reivindica ahora un lugar de honor en este repaso. La verdad es que tiene todo el bullicio y el color de cualquier urbe india, y bastante menos pobreza de lo habitual. No aparecerá en ninguna guía como el destino turístico a visitar. Tal vez por eso tenga tanto encanto.







Mi última boda hindú (se ve que voy de enlace en enlace y tiro porque me toca; pues sí). Me hace mucha gracia la cara de susto de los novios. Están sentados en un templete y lo único que tienen que hacer es dar tres vueltas a un altarcillo doméstico y permanecer quietos mientras toda la familia les tira arroz. Las mujeres de la zona arriman el hombro y cocinan para cientos de personas del pueblo y para cualquiera que pase por allí, como es mi caso. En la última imagen, el inefable padre de la novia con su nieto. No hay imágenes de la comilona posterior, que es un sinfín de cotarreos, arroz, eructos y agua hirviente.







Había una imagen de la serpiente, que apareció por segunda vez, la cabrona, dibujando unas eses espantosas sobre el terreno. Pero era casi inapreciable y no quise darle más importancia de la que merece un reptil. Aun así, se la doy. Y con esto y un bizcocho… no sabremos el resultado de las últimas elecciones indias hasta mediados de mayo. Pero esto es un culebrón, y parece que el parlamento es un destino irrevocable para todo aquel con un gran historial de crímenes y violaciones. Por lo menos, no he oído que mataran a nadie en el pueblo durante la primera vuelta, lo que ya es un logro. Kerala se comporta. Salud.

Sergio. 20/04/09.

1 comentario:

Señor_X dijo...

Que pasa tunante, me hice un blog de mierda tambien yo, como soy un modernos pues tenia que hacerlo.

Joer tengo que mandate un mail pero como soy un vago... no tardare mucho jeje.

Y oye mira a ver los de la pola, por que tu el blog que lo haces pa ti o pa entretenelos a ellos? si quieren pasalo bien que entren en youtube o en un pagina de chistes.

Aqui todo como siempre, y yo con mas aficion al vino.

Cuidate tio.