lunes, 4 de mayo de 2009

LIV. Cotarros del 5x14 de ‘Lost’: ‘The variable’.


Vaya tema. Lost hace, con éste, cien capítulos. Se dice pronto. No creo que hayan hecho nada especial para conmemorarlo, porque The variable es un gran episodio, pero como tantos otros de la saga isleña. Sin embargo, hay muchas cosas que lo hacen apasionante. La fundamental es que se trata de un episodio de la quinta temporada, cuyo arco argumental, a pesar de tener algunas sombras e imprecisiones, nos está sirviendo un preparado espacio-temporal bastante digno. Pero luego vienen el destino, las tensas y traumáticas relaciones paterno-materno-filiales, los giros, las explicaciones, la violencia y la tragedia griega.

The variable no es The constant. Éste era un episodio cien por cien de Desmond, un maravilloso relato de amor mezclado con fantasía, una historia auto-conclusiva en la que todos los ingredientes eran brillantes, en especial el guión y la realización. Este es un episodio cien por cien Faraday, y el resultado no podía ser más edípico y verborreico, con todo lo bueno y lo menos bueno que eso conlleva. La vinculación entre Desmond y Dan se diluye notoriamente. Esto puede ser por dos causas: Faraday, efectivamente, muere al final del episodio, como espero que suceda, y deciden dedicarle unos minutos finales a la altura de su importancia (que la tiene); o el actor Henry Ian Cusick, que lidia recientemente con una acusación judicial por acoso sexual, ha sufrido las iras de los productores, que no toleran conductas réprobas, y su trama pasa a un segundo plano (ya vimos cómo de caro lo pagaron Libby y Ana Lucia, y eso que sólo habían conducido borrachas).

The variable es un capítulo que se explica por su final, y por ello se disfruta y se entiende mejor tras un segundo visionado. Los personajes principales también se ven, por fin, contra las cuerdas. Me dan especial lástima Sawyer y Juliet, y la verdad es que me identifico bastante con su actitud. El plano en que la rubia de hielo le dice a Kate el código de la valla (¿para que se aleje de su hombre?) es casi lo mejor del episodio. Jin se conforma con decir su frase de rigor. Y Jack aprovecha la oportunidad de desmarcarse del liderazgo del señor La Fleur, aunque no sepa muy bien lo que está haciendo. Eso sí, el doctor me está cayendo mejor desde que se dedica a planificar huídas aparatosas, confía en los planes de los locos de turno y olvida parcialmente sus habilidades médicas (y pragmáticas), ya que sólo le vemos poner una tirita en el cuello de Faraday. Una rozadura de bala no es para tanto.

Sin embargo, me gustaría analizar tres disciplinas por separado para sacarle todo el jugo a esta variable:

a) La dirección de Paul Edwards. Como relevo de los dos grandes empleados de la casa, Jack Bender y Stephen Williams, el tío lo hace muy bien. Puede parecer algo desaliñado, pero sus desencuadres, sus escorzos molestos y sus paneos locos le dan mucha más intriga y ritmo a los acontecimientos que esa música tan ensordecedora que nos está regalando Michael Giacchino. Además, las escenas de acción están muy bien solucionadas, provistas de detalles muy físicos y expresivos (como los cristales rotos del parabrisas sobre el rostro de Kate), y la ubicación espacial de los personajes siempre está muy cuidada. Soy fan.

b) El guión. En mi opinión, lo mejor y lo peor del episodio. Lo mejor, porque vuelven a lograr lo que ya viene siendo una costumbre y una identidad: un mini-puzzle donde todas las piezas convergen en un final necesario, inevitable y antológico. La historia de una madre monstruosa tutelando el destino de su hijo (“my job is to keep you in your path”) con una mezcla de frialdad asesina y arrepentimiento me puso los pelos de punta. Además, el capítulo no da pie a tiempos muertos, el encuentro con Charlotte es convincente, los flashbacks son muy buenos y reveladores y la larga exposición de Faraday sobre el incidente de la escotilla como el ‘año cero’ de todos los acontecimientos que dan origen a ‘Lost’ es muy vistosa. Pero el guión también es, paradójicamente, lo peor, porque podría haber dado más de sí. Y porque hay algunas cosas que no encajan. ¿Por qué Faraday pasó tanto tiempo en Ann Arbor? No acaba de explicarse concretamente, aunque intuimos que es por eso por lo que sabe todo lo que va a pasar en las próximas cuatro horas. Tampoco dice, claramente, por qué su madre se equivocó (ella dijo que si no se recreaban de la mejor manera posible las circunstancias del primer choque el resultado sería imprevisible), y se va por peteneras cuando Jack se lo pregunta. Y el tema de la variable… está un poco pillado por los pelos, en mi opinión. La convicción repentina de que se puede cambiar el pasado porque las personas tenemos libre albedrío no es tan sesuda. Habrá que ver en que degenera, o no, el tema de la bomba de hidrógeno y de la futura escotilla. Pero esto no quiere decir una crítica negativa hacia el episodio. De hecho, a pesar de las variables, creo que el guión encierra una historia maravillosa que lucha por desplegar todo su arsenal dramático. Pero esto es la tele, no lo olvidemos.

c) La interpretación. Esto es muy divertido. Fionnula Flanagan ya es una vieja conocida desde su revelación como el ama de llaves de ‘Los Otros’ o, posteriormente, como la madre de Felicity Huffman en ‘Transamerica’, entre otros muchos papeles. Mostrando siempre un repertorio casi ilimitado de muecas y payasadas, su Eloise Hawking es un personaje que sería ridículo regalar a la contención. ¿Para qué? La Flanagan lo hace suyo y el resultado es siempre excesivo, siempre por encima, todo subrayados y exclamaciones. Qué tino tiene esta mujer. Atención a su gran frase: ‘por primera vez en mucho tiempo no sé lo que va a pasar a continuación’; o la secuencia en la que convence a su hijo para que vaya a la isla (ay, cómo le tiembla la boca a la muy teatrera). Jeremy Davies, al que ya habíamos visto de secundario en ‘Dogville’, es el actor encargado de dar vida a Faraday y a mí, personalmente, me parece bastante insufrible. Él y la Flanagan son dos que tal bailan. Por momentos (la comida en el restaurante hindú) pensé que se iban a quedar babeando y con los ojos en blanco. A Jeremy Davies no hay quien le entienda cuando abre la boca para soltar esos gemiditos. Menos mal que Alan Dale (Widmore) es un tío de los de la vieja escuela, y cada palabra en su boca es un mundo.

Estas son algunas de las dudas y de las chabacanadas post variable. Me encantan las caras de Kate y las repeticiones que tiene que sufrir el pobre Richard Alpert cada vez que viene alguien del futuro a alterar su taza de café: ‘Do we know each other?’. Como siempre en Lost, ardo en deseos de que pase una semana, y otra, y otra… Ah, no, que esto se acaba. En próximas entregas, un especial sobre las season finale de esta serie tan de traka. ¿Soy el único que no puede aguantar más tiempo sin ese trío de ases (Locke, Ben, Sun)?

Sergio. 01/05/09.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Hace falta poner SPOILER?

Ese hombrecillo me ponia realmente nerviosa, me alegro de que lo hayan matado y especialmente de que lo hiciera su madre. Sus susurros me enfermaban.
¡Ah! Y seguramente para Charlotte fue un alivio morirse para no tener que aguantarle.

¡Venga, polémica!

Te echo de menos.

Anónimo dijo...

Ea!

Yo lo vi ayer, así que prefiero hacer un comentario más elaborado del siguiente capítulo que creo que se titula 'Follow the leader' (com esa canción tan chavacana pre-reggetón). Este episodio me ha dejado un poco alucinado, sobre todo porque la teoría espacio-temporal expuesta por Faraday y alrededor de la cual gira la trama central se desploma en el último minuto. Como viene sucediendo en esa temporada, no tengo ni idea de por donde van los tiros. Ahora más que nunca, el tútulo de la serie tiene más sentido que nunca, porque tanto los protagonistas como los espectadores estamos muy perdidos. En mi opinión, este episodio, aunque desvela informaciones importantes, es una pieza más de un puzzle que no cobrará sentido hasta dentro de 1 año. Los guionistas están dejando todo el cotarro para la 6ª temporada, por lo que lo más seguro es que tengamos una season final de la 5ª bastante traquera.

Mis mejores momentos: Kate luchando contra los cristales (soy fan) y como siempre, la intervención de Juliette, a la que creo que le quedan pocos capítulos de vida.

Espero con ansias la reaparición de Sun, Ben y Locke, creo que ellos si que tiene alguna respuesta!

Saludos!
Nabil

Anónimo dijo...

Ea, Nabil y Ela!

Estamos todos de acuerdo en que Faraday debia morir, verdad? Creo que en algun momento de la serie deberian ensenar alguna lista de exigencias de la isla, entre la que se podria encontrar alguna tarrina de helado Haagen-Dazs, la muerte de Juliet... etc...

(Lo siento, Ela, no hay polemica).

La final va a ser de traka. Las últimas declaraciones de Kate, Locke y Ben acerca de la misma me pusieron los pelos de punta, pero reproducirlas aqui seria spoiler, verdad? Y si, cada vez amo mas a Kate. Aunque alguien deberia partirle la cara para que molase aun mas. De momento, casi siempre se ha ido de rositas.

Sergio.