sábado, 11 de julio de 2009

LXXII. Monstruo.



No sé hablar contigo. Con nadie.
(Sé lo que quiero; ¡monstruo!).
Olvidé LA ESTRATEGIA en una velada fría sobrenatural hace tiempo.
Necesito un té en taza musical y muchos años más, cincuenta.
Ahora tengo veinticuatro, y lo único que resbala por mi cuerpo es el sudor,
sueño inservible del tiempo,
primera ¡caliente! mirada del día con barba.
Lo recuerdo así:

“…hubo una derrota invisible, luna plena, las damas que cortan el hilo estaban allí, provistas de agujas finas, y yo salí a la calle porque pensé que el aire nocturno era más benévolo y las damas vinieron conmigo, se transformaron en un negro mostachudo asfixiado en vaqueros rojos y camiseta de Jim Morrison, la espera no fue atractiva, el mal tabaco se huele pronto, ironía de la decepción anunciada, trueno…”

No conoces el nombre de mi pueblo. Tampoco te importa.
(Sé lo que quiero; ¡monstruo!).
La caída desde el primer tercio es tan sigilosa como una mano amiga en la celda.
Sólo recuerdo una luz como de tocador, luz desplazada, una noche más en soledad,
una vida hermosa e insoportable,
soledad de sonrisa invertida, almohada encharcada.
Todavía hay más.

“…las luces rojas y las luces verdes no me sientan bien, denostan mi perfil, arruinan mi encanto natural como si me sirvieran junto a una tonelada de hielo, ésa es la única explicación, ésa y otras ochocientas encaramadas al espejo sobre el meadero, una música agradable puede ser tan remota como la estatua que se negó a ser mirada y fundó una civilización, con su culto, sus obras de arte, sus iconoclastias y su zigzagueante hilo de sangre, las damas saben de esto…”

No eres interesante. Lo siento.
(Sé lo que quiero; ¡monstruo!).
Necesito esa tristeza añadida que durante un tiempo sabe ser amor y no sólo eso, sino también amor y, además, amor.
Recordad que la noche sólo trajo disgustos y, a veces,
fruta escondida en el calzado,
drama irreversible, poco importa.
Y el profeta dijo:

“…miraos los unos a los otros como yo os he mirado…”


Ismael. 08/07/09.

No hay comentarios: