domingo, 6 de diciembre de 2009

CIV. Subimos por el sendero que baja.


Dios, o la mente de Philip K. Dick, se aburrió mucho, tan solo,
y de tanto pensar le salió un hijo que era su propio deseo.
No pudiendo comunicarse con él, lo abandonó a su suerte,
réplica exacta de su condición.
Sólo que Deseo, que así es como debe ser llamado,
se trajo consigo a una hermana (sí, hermana) gemela, Frustración.
De hecho, fue Frustración la que salió primero del útero,
pero de forma sibilina, como un gas oculto entre gases.

Hay un conflicto entre lo que la vida debería ser y lo que la vida es realmente.
En ese caso, Dios, o la mente de Philip K. Dick, padre de Deseo y Frustración,
debería ser llamado “Expectativa”, y ser tomado por uno de los nuestros.
Sin darnos cuenta, ya le estamos rezando.

Ismael 25/11/09.

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