La desconcertante vuelta a la Vieja Decrépita Europa, y de cómo nuestro protagonista Bicéfalo se atrincheró en el Bierzo, tomó aire y saltó una vez más a Madrid en un giro tan significativo como convulso. Todo sobre el amor, el horror, las democracias reales e irreales de nuestro planeta mental y el cometa Ajenjo, ése que nos invita a vivir. Ya. Ahora. Así que no leas, tunante, y vive.
jueves, 8 de marzo de 2012
233. ...pero me cepillo los dientes con tu nombre.
No te quiero más que a mi vida
pero me cepillo los dientes con tu nombre.
Es norma pensarte
y repensar así el pasado que fue y no fue
(todo existió y "se representó" en un mismo salto).
Me gusta hacer andar mis dedos por tu espalda
porque de ahí no van a ninguna parte.
Sin embargo, mi cabeza viaja por muchos países
y baja la mirada y aguanta y se manifiesta y agoniza
(esto último es lo mejor; la gente todavía llora a la salida).
Hazme un favor; dile a tu otro yo,
el que se asoma a mi día ya desde el manierismo del último sueño,
el que me lleva en brazos a la cama como quien ventila un cadáver,
el que es todo sonrisa y cada ángulo e infinito filmado,
dile que acelere el trámite
(ya me ocupo yo del resto).
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