Hola amigos. Esta es Pili, una de las polesas que se dejó caer por Delhi hace apenas unas horas. De fotogenia admirable, la anfitriona de este post nos enseña cómo buscar un tren en la compleja y multicolor maraña de horarios ferrovarios. Pili, Cris, Eva y Rocío componen un grupo de féminas con mucho ardil y me han alegrado un verano solitario e introspectivo, tal y como hicieron los otros polesos de los que ya hablé en el capítulo anterior. Para celebrarlo, una sesión auto-indulgente de fotos y un vídeo patriótico.
Cris se aferra a mi traje rajastaní. Qué tino tiene Cris. Por detrás se aprecian detalles de mi casa, y de mi mano derecha sobresale esa sempiterna cuerda que tanta paz me ha dado siempre.
Abro el paquete de comida que me envió mi madre y recibo el éxtasis del aceite de oliva y las galletas Walkers. Gracias, mamá.
Concurso de pies sucios. Creo que gano yo (por poco).
De pedal. Sin más. Ellas son hermosas. A mí últimamente me da por sonreír como un bobo todo el tiempo.
Este sij, que vegeta en uno de los pocos bares (que sirvan alcohol) del centro de Delhi, es una atracción en sí mismo, y un ser muy abrazable. Para más información sobre cómo terminó el buen hombre su jornada, déle usted al play. No se arrepentirá.
Feliz día de Asturias.
Sergio. 08/09/09.
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